Las “sales de baño” inundan los hogares

Se trata de una droga de diseño sintético, fabricada por químicos clandestinos, que podrían incluir prácticamente cualquier producto químico en su mezcla y que se vende legalmente en Florida bajo nombres diferentes. Sin embargo, muchas están basadas en una sustancia química llamadamefedrona.

Los efectos de todas estas drogas son graves, ya que pueden causar una psicosis profunda, alucinaciones, tendencias suicidas y rabia violenta. La mayoría experimenta un fuerte aumento de la temperatura del cuerpo, haciendo que se sientan como si estuvieran quemándose por dentro, por tanto, la necesidad de quitarse la ropa como ha ocurrido en los casos recientes. Las sensaciones descritas tras consumirla se asocian a experiencias similares a la de consumir otras drogas como el éxtasis o el LSD y proporcionando una energía similar a la que produce la cocaína o las anfetaminas. Otros de los efectos que suelen producir son el aumento del ritmo cardiaco, presión arterial alta, dolor en el pecho, convulsiones, paranoia, mareos y vómitos.

La droga se está expandiendo a un ritmo alarmante en Florida especialmente. El número de llamadas a los centros de toxicología sobre las “sales de baño” se elevó de 304 en2010 a6.138 en 2011, segúnla Asociación Americanade Centros de Control de Envenenamiento. Si bien el estado de Florida ha prohibido las “sales de baño”, se está evadiendo la ley al cambiar una pequeña cantidad de un componente químico y  etiquetándola como “no apto para el consumo humano”.

La historia del “caníbal de Miami” Rudy Eugene, el hombre de 31 años de edad quien devoró la mayor parte de la cara de un indigente durante el pasado Memorial Day fue acusado de haber consumido “sales de baño”.

El jefe dela Orden Fraternaldela Policíade Miami, Armando Aguilar, dijo “las drogas son la raíz de todos los ataques en Miami que han sido publicados y otros eventos similares. Hemos visto, tres o cuatro casos que son exactamente como este”, donde las personas admitieron haber tomado drogas. En los casos que se han detectado la gente suele reaccionar siempre de la misma manera. Primero se quitan la ropa porque les invade una sensación de estar ardiéndose por dentro, seguido de una actitud de violencia extrema donde parecen adquirir una fuerza sobrehumana y utilizando sus mandíbulas como armas.

Refiriéndose al caso del “caníbal de Miami” Aguilar aseguró que “se necesitaron seis agentes de seguridad para reducir al individuo. El efecto de las “sales de baño” hizo que el individuo pareciera tener una fuerza de250 librasy no sus150 librasreales. Su fuerza era enorme”.

El mes pasado se anunció intensamente en los medios de comunicación de todo el mundo, que las pruebas de laboratorio mostraban que el “caníbal de Miami” no presentó rastro de las “sales de baño”, después de todo, y las pruebas de la autopsia sólo mostraron pequeños rastros de marihuana. Lo que ocurre es que estas nuevas drogas son prácticamente imposibles de detectar en una prueba  de autopsia normal de toxicología si no se dispone de un equipo sofisticado para detectarlas.

Algunas historias que la policía ha reportado por estar relacionadas directamente con las “sales de baño” son las siguientes:

Un indigente en Miami entró en un restaurante y comenzó a gritar obscenidades a dos policías que estaban comiendo. Como no pudo calmarse se lo llevaron detenido. El hombre golpeó su cabeza contra el divisor de vidrio acrílico de su patrulla y gritó: “Voy a comerte” a los oficiales antes de gruñir y enseñar los dientes. Más tarde el hombre se golpeó la cabeza contra los barrotes de la celda, gruñó y trató de morder la mano de un oficial. Tenía que estar equipado con una máscara estilo Hannibal Lecter para evitar que llevara a cabo sus amenazas.

Un hombre de California fue descubierto desnudo, cubierto de sangre y rodeado por pedazos regados de un cuerpo. Él había ingerido un té drogado y luego, como poseído por el demonio, se encontró él mismo arrancando el corazón, la lengua y la cara de su socio.

Ese mismo día, un hombre llamó a la policía de Baltimore para reportar una cabeza humana y las manos en el lavabo de su sótano. El hermano del hombre confesó a la policía que había matado a su compañero de habitación con un cuchillo, comido partes de su cerebro y el corazón entero en el proceso.

Sean verdad o no estas historias, lo cierto es que las “sales de baño” se encuentran cada vez más presentes en Florida y debemos ser conscientes de ello para saber cómo evadirse de ellas y saber actuar si nos encontramos en una situación con algún afectado por ellas.