“LIKE” Y “TWEET” REVELAN SUS HÁBITOS DE NAVEGACIÓN
Las redes sociales pueden conocer sus hábitos de navegación y utilizar esa información sin su consentimiento. La privacidad es un tema primordial para las redes sociales, pues tienen la responsabilidad de adoptar las medidas necesarias para proteger a sus usuarios. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, este problema no se concentra en estos servicios, sino que se extiende hacia otros sitios debido a la interacción que caracteriza a las redes sociales.
En concreto, gracias a los botones de compartir contenidos y los plugins sociales como “like”, “recomendar”, “compartir” o “tweet”, otros sitios y sus respectivas compañías son capaces de descubrir los hábitos de navegación de los usuarios. POLÍTICAS DE SEGURIDAD > Facebook, Twitter y otras redes sociales o servicios, como Google y su herramienta “Buzz”, aseguran que no utilizan la información generada para rastrear a sus usuarios. > Facebook afirma que sólo utiliza la información para fines de publicidad, cuando un usuario da clic en una de las herramientas para compartir contenido con sus amigos. >
Tanto Facebook como Google afirman que hacen anónima cualquier información sobre la navegación de sus usuarios, de manera que no pueda ser rastreada por algún usuario en particular. > Facebook afirma que elimina toda la información a los 90 días de generarse, mientras que Google lo hace cada dos semanas. > Facebook y Google dicen usar la información para medir la efectividad de las herramientas y ayudar a otros sitios web a atraer visitas. > Twitter no utiliza esa información y la elimina “rápidamente”. EL IMPACTO DE UN “LIKE” > Los botones o plugins que sugieren y facilitan el “compartir”, “recomendar”, señalar un “Me gusta” o tuitear, se encuentran en todo tipo de contenidos de Internet: artículos, noticias, galerías fotográficas, videos, música, etcétera. > Para el usuario, estos botones tienen la única función de simplificar el proceso de compartir contenidos con amigos o seguidores, y para ayudar a los sitios a atraer más visitas. >
Sin embargo, para las compañías, estas herramientas alimentan una base de datos valiosa acerca de los sitios que los usuarios visitan y los contenidos que comparten. Es decir, son una forma poderosa de rastrear a los usuarios de Internet, sus perfiles en redes sociales y sus hábitos. > La información generada cobra relevancia si se toma en cuenta que estos botones se encuentran casi en todas partes, pues se han añadido a millones de sitios web en el último año. > Tan solo los botones de Facebook aparecen en una tercera parte de los mil sitios más visitados en el mundo, según el estudio.
Por otro lado, los botones de Twitter aparecen en un 20 por ciento de esos sitios. > Según un estudio que realizó el Wall Street Journal, estas herramientas informan a Facebook y a Twitter, así como a otras compañías y empresas, que el usuario está visitando determinados sitios, aún sin dar clic en los botones. > Pero, ¿cómo lo hacen? Basta con que una persona haya tenido acceso a su cuenta de Facebook o Twitter una sola vez en el último mes. A partir de allí, los sitios recolectarán datos, incluso si la persona ha cerrado su explorador o apagado su computadora. El espionaje solo termina cuando la persona “finaliza sesión”, formalmente de su cuenta en Facebook, Twitter o cualquier otro servicio.
EL TRABAJO DE LAS COOKIES > Se sabe que cuando un usuario inicia sesión en uno de estos servicios, se almacena una cookie para poder identificarlo. Si después el usuario visita otras páginas sin haber cerrado sesión de su cuenta, el identificador de usuario puede ser transmitido junto con la dirección en cuestión. > Facebook utiliza esto para indicar a qué amigos les gusta determinado contenido, pero los usos pueden ir más allá de eso. Facebook también puede saber cuándo sus usuarios inician sesión desde cualquier otro sitio donde estén ubicados los botones de “Like”, “Compartir”, etc. > Por último, Facebook también coloca cookies en la computadora de cualquiera que visite la página de inicio de Facebook.com, incluso si el usuario no es miembro.
Esto como método preventivo para proteger el sitio de ciber ataques por parte de personas que traten de averiguar información confidencial de los usuarios.
QUE NO LE SIGAN EL RASTRO Al navegar por la red, sin que usted se de cuenta, determinadas páginas y motores de búsqueda envían su historial a determinados servicios. > Compartir esta información es opcional, pues el usuario es quien habilita el servicio. Sin embargo, no existe la opción de tomar la decisión, pues la función se encuentra habilitada por defecto, lo cual expone la información sobre los hábitos de navegación del usuario lo vincula con su “yo” digital por medio del nombre de usuario y correo electrónico. >
Disconnect es una extensión de Google Chrome y promete al usuario evitar que la información sobre sus hábitos de navegación y de búsqueda caiga en manos de terceros. Disconnect evita esta exposición en algunos sitios como Google, Yahoo!, Facebook, Twitter y Digg, sin tener que cambiar de forma manual las opciones de búsqueda y privacidad. >
Después de instalar Disconnect, aparecerá un nuevo icono en la barra de herramientas mostrando el número de elementos bloqueados. Al pulsar sobre el icono se desplegarán otros cinco (uno por cada sitio), mostrando el número de elementos. También se mostrará la opción de deshabilitar el bloqueo. > Disconnect es una herramienta útil y su descarga es gratuita. Además, tanto el código fuente como la extensión también se pueden descargar de forma libre desde la galería de herramientas de Google Chrome.